La carne de cordero es apreciada por su sabor distintivo y suavidad, pero también es relevante considerar su perfil calórico y graso.

Un corte de 100 gramos de carne de cordero proporciona cerca de 240 calorías. De estas, una gran parte proviene de las grasas, que suman alrededor de 18.7 gramos por cada 100 gramos. Es importante recordar que la cantidad de grasa puede variar dependiendo de la edad del animal y del corte de carne que se consuma. Por ejemplo, las chuletas de cordero suelen ser más grasosas, mientras que la pierna contiene aproximadamente la mitad de grasa.

A pesar de su contenido graso, la carne de cordero puede ser una excelente elección para nuestra dieta. Las grasas son necesarias para la absorción de vitaminas liposolubles y para proporcionar energía a nuestro cuerpo. Además, la grasa de la carne de cordero puede añadir sabor y jugosidad a los platos, lo que la hace ideal para ciertas recetas culinarias.

Debido a su contenido graso, es recomendable consumir la carne de cordero de manera moderada. Sin embargo, esto no significa que deba ser excluida de la dieta. Al contrario, cuando se consume de manera equilibrada y se combina con una dieta variada y rica en frutas, verduras y cereales integrales, la carne de cordero puede ser parte de una dieta saludable.

La carne de cordero, a pesar de su contenido graso y calórico, puede ser una excelente opción para nuestra dieta debido a su riqueza en nutrientes esenciales. Su consumo moderado, junto con una dieta equilibrada, puede aportar beneficios significativos para nuestra salud.