Preparar un chuletón de rack de cordero es una experiencia culinaria que deleita tanto a los cocineros como a los comensales. Este corte, conocido por su ternura y sabor, se convierte en el protagonista de cualquier mesa. Para comenzar, es esencial seleccionar un rack de cordero de alta calidad, preferiblemente de un proveedor de confianza. La preparación inicial incluye limpiar bien los huesos y marinar la carne con una mezcla de hierbas frescas como romero, tomillo y ajo, junto con un toque de aceite de oliva y sal. Dejar reposar la carne en esta marinada durante al menos una hora permitirá que los sabores se impregnen profundamente.
El siguiente paso es el sellado del chuletón, un proceso crucial para mantener los jugos y realzar el sabor. Calienta una sartén grande a fuego alto y añade un poco de aceite de oliva. Coloca el rack de cordero en la sartén, sellando cada lado durante unos 2-3 minutos hasta que adquiera un color dorado. Luego, transfiere el chuletón a una bandeja para hornear y cúbrelo con papel aluminio.
Hornea en un horno precalentado a 180°C durante unos 20-25 minutos, dependiendo del punto de cocción deseado. Para un término medio, la temperatura interna debe alcanzar los 60°C. Deja reposar la carne fuera del horno durante unos 10 minutos antes de cortarla, lo que permitirá que los jugos se redistribuyan y la carne quede jugosa y tierna.
Para acompañar este exquisito chuletón de rack de cordero, nada mejor que unas papas asadas y una salsa de menta casera. Las papas se pueden asar en el mismo horno, sazonadas con sal, pimienta y un toque de romero. La salsa de menta, hecha con hojas de menta fresca, vinagre, azúcar y un poco de agua, añade un contraste refrescante al sabor robusto del cordero.
Sirve el chuletón cortado en porciones individuales, acompañado de las papas y la salsa, y disfruta de un plato que no solo es un festín para el paladar, sino también una obra de arte culinaria que impresionará a todos tus invitados.