El cordero asado es una auténtica delicia que combina la jugosidad natural de la carne con los aromas y sabores de las hortalizas y las especias. Cuando se trata de lograr un plato perfecto, hay algunos consejos esenciales que debes seguir.
Elección del Corte:
Comienza por seleccionar un corte de cordero que garantice una experiencia memorable. La pierna y el carré son opciones ideales debido a su equilibrio entre carne magra y grasa.Asegúrate de que el cordero sea fresco y de alta calidad. La procedencia y la alimentación del animal influyen en su sabor final.
Sazón y Marinado:
La clave está en sazonar generosamente. Combina sal, pimienta, ajo picado y hierbas frescas como el romero o el tomillo.Marinar el cordero durante al menos 2 horas (o incluso toda la noche) en una mezcla de aceite de oliva, ajo y jugo de limón o vino blanco. Esto infundirá los sabores y ablandará la carne.
Preparación y Horneado:
Precalienta el horno a 180 °C (350 °F).Coloca el cordero en una bandeja para hornear junto con hortalizas como zanahorias, cebollas y papas. Las verduras caramelizadas aportarán dulzura y textura.Hornea durante aproximadamente 20 minutos por cada 500 g de carne, hasta que esté dorado por fuera y jugoso por dentro.
Control de Temperatura:
Utiliza un termómetro de cocina para verificar la temperatura interna. Para un asado jugoso, retira el cordero cuando alcance los 60-65 °C (140-150 °F) para una cocción media-rara.Recuerda que la carne continuará cocinándose mientras reposa.
Acompañamientos y Presentación:
Sirve el cordero asado con las hortalizas caramelizadas y los jugos de la bandeja. Las verduras absorberán los sabores y complementarán la carne.Una salsa de menta o romero añadirá un toque fresco y aromático al plato.